En el artículo anterior yo hablaba sobre quien sufre el rechazo y el impacto que esto produce en la autoestima, y cómo la EFT puede emplearse para limpiar y reequilibrar lo emocional. Ahora, hablaré un poco sobre los sentimientos que están por detrás de las actitudes de una persona que rechaza a otra.
Comenté anteriormente que el sentimiento de rechazo es bastante doloroso, pues el rechazado, de forma consciente o inconsciente, nota como si tuviese en sí algo equivocado; como si tuviese un defecto, como si no fuese suficientemente bueno. Para liberarse de ese incómodo sentimiento, busca incesantemente la aprobación del otro, lo cual provoca más rechazo y origina un círculo vicioso – rechazo, búsqueda de aprobación, más rechazo, nueva búsqueda de aprobación…
Ahora hablemos de la otra parte, la que rechaza. ¿Qué es lo que lleva a una madre o a un padre a rechazar a un hijo? Atiendo a muchos casos de hijos rechazados; los daños en la autoestima son muy profundos. Recientemente surgieron tres casos. Uno fue el de una hija rechazada por la madre. La madre siempre le decía cosas tales como: no haces nada bien, eres fea, gorda, todo lo que haces es así… Otro fue abandonado por la madre y entregado a otra persona para que lo criase. En este caso, la madre nunca volvió para saber noticias, nunca fue en pos de su hijo. Esto originó un sentimiento enorme de abandono, rechazo y amargura.
Otro caso que atendí fue el de una hija que era tratada de modo diferente por su padre, rechazada y culpada por todo lo malo que ocurría. En las pequeñeces del día a día, aun siendo una cría por aquel entonces, el padre le echaba a ella la culpa, y procedía de forma muy dura y diferente a como lo hacía con los demás hijos. Sin contar la falta total de estímulo y elogio.
Por detrás de actitudes de rechazo como estas hay sentimientos de frustración, culpa, rabia, resentimiento, que vienen de otras situaciones, y que nada tienen que ver con los hijos. O sea, quien rechaza siempre tiene serios problemas en su propia autoestima.
En el caso de la madre que rechazaba a la hija, mencionado anteriormente, la madre había abandonado a un hijo y deseaba tener otro hijo varón, ciertamente para compensar lo que había hecho. Solo que nació una niña… Entonces lanzaba toda la culpa y la frustración que sentía sobre la hija, quien pagó un alto precio por ello. Ciertamente esa madre arrastraba también otras cuestiones, pues ella misma había sido entregada en la niñez a otro familiar para que la criase, y se sintió abandonada y rechazada por sus padres.
En el caso del hijo que fue abandonado por la madre, no se sabe qué motivos la llevaron a eso. Era una persona bastante pobre y marchó para intentar una vida mejor. Sin embargo esto por sí solo no lo explica, puesto que hay muchas personas en condiciones de pobreza que no abandonan a sus hijos.
Ciertamente tiene que haber un grave conflicto emocional para proceder así. Solo hay que investigar un poco la vida de la persona, y probablemente descubriremos que también fue abandonada y rechazada, o pasó por cuestiones emocionales profundas que aún la perturban.
El padre que rechazaba a la hija deseaba que su primer hijo fuese hombre para satisfacer algunos sueños que tenía. Tuvo una hija, y eso le causó frustración, llevándole a descontarlo con la niña. Además, doy por seguro que hay otros factores en la vida de ese padre. Solo hay que investigar un poco para descubrirlos.
Hago mención de estos factores no como forma de justificar los actos de rechazo, sino como forma de comprender mejor las actitudes y sentimientos humanos. En el interior de una persona que rechaza hay resentimientos, culpas, frustraciones, problemas en la autoestima. Siempre los hay, y no puede ser de otro modo. Una persona a bien con la vida, feliz consigo misma, que se acepta y tiene una autoestima buena, jamás va a rechazar a otra persona.
Comprender esto es importante, a fin de que la persona rechazada salga del papel de creer “yo soy defectuoso, hay algo equivocado en mí” y empiece a mirar desde la perspectiva de que el otro la ha rechazado porque también sufre problemas en su autoestima. Esa comprensión intelectual es importante, pero no es todo. A veces, incluso comprendemos racionalmente los motivos del rechazo, pero otra parte nuestra todavía continúa herida y se siente lastimada, rechazada y abandonada.
Algunos clientes que ya han pasado por otros trabajos terapéuticos, normalmente dicen cosas tales como “yo sé que mi padre/madre también pasó por el rechazo y que solamente por eso lo descontaron conmigo”. Esto es señal de que ya lo van comprendiendo mejor. Entonces yo pregunto: Muy bien, esto lo sabes racionalmente, pero aun así ¿cómo te sientes? Invariablemente la persona contesta que todavía siente el rechazo.
Este es el momento en que la *EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase al final del artículo cómo recibir un manual gratuito) es fundamental. Tú puedes limpiar en ti mismo esos sentimientos de rechazo, culpa, abandono o amargura. Hecho eso, sentirás verdaderamente, y no solo racionalmente, que el otro hizo lo que hizo por problemas de autoestima, y no por factores personales contra ti. Esto te sacará de la perspectiva del resentido, de la víctima, hacia una perspectiva mucho más sana que aporta alivio y paz interior.
Después de limpiar los sentimientos negativos con la EFT, podrás inserir frases positivas en el proceso, a fin de hacer todavía más profundo tu bienestar. Yo siempre lo hago tras la limpieza emocional de la parte negativa. Es importante observar que no sirve de nada colocar frases positivas mientras lo negativo no haya sido tratado. Esa es una forma más avanzada de practicar la EFT, que está mejor demostrada en el curso de nivel 2.
En casos de rechazo como los que he citado, mientras se dan los toques en los puntos de la EFT, se pueden decir frases tales como:
Punto del kárate: Aunque Fulano me haya rechazado, yo me acepto profunda y completamente, y comprendo que no fue nada personal contra mí, sino que era únicamente la frustración de Fulano, que descontó conmigo…
Alto de la cabeza: Fulano me rechazó. Inicio de la ceja: ahora yo puedo comprender mejor. Lateral del ojo: él descontó su baja autoestima conmigo. Debajo del ojo: aun sin estar de acuerdo con lo que él hizo, yo puedo perdonarle. Debajo de la nariz: aunque me haya causado daños, yo elijo perdonar. Debajo del labio inferior: yo elijo sentirme libre del sentimiento de víctima. Hueso de la clavícula: yo elijo rehacer mi vida independiente del daño que se me ha causado en el pasado. Bajo la axila: yo me perdono por haber estado sujeto a ese sentimiento, perdiendo tanto tiempo. Se repite todo nuevamente, desde lo alto de la cabeza hasta debajo de la axila.Estas frases son sugerencias. Tú debes reformularlas de la manera más adecuada para ti.
Acuérdate de hacer las frases más positivas solo después de liberarte de la carga emocional negativa más pesada.
André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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Publicado dia 3/12/2012 2:38:40 PM em STUM WORLD
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