El día uno del Nuevo Ciclo, con la plena activación de la Kundalini de la Tierra, es esperado ansiosamente por todos aquellos que, de una forma o de otra, están ocupados con el proceso de trascendencia del planeta.
A estas alturas, te preguntarás: "¿Y bien? ¿Qué ha cambiado?"
Si tu respuesta ya pasa por el "Yo he cambiado", considérate más que pleno.
Los últimos días antes de la activación fueron llenos de las más significativas sorpresas. Podemos considerarlas buenas, malas, útiles, inútiles, decisivas o temporales, ¡pero nunca corrientes!
Vivimos un período de inestabilidad emocional, ligando a esto las pistas del camino.
La sensación de algunos era que un juego de "liga los puntos", que vale el premio de la quinta dimensión, estaba justo debajo de nuestras narices y los que intentaban pelearse con el gráfico perdían tiempo.
La orden era "juntar". Pero siempre están los que empiezan comprobando si están todos los números. la vieja manía de dudar incluso de lo que se siente; ¡imagina entonces cuando la cuestión está a nivel pentadimensional!
De hecho, los patrones internos quedaron afectados y esto tenía un propósito específico: desmontar lo que confortablemente conocemos como real.
De ahí, la relación tan inquebrantable que ha quedado disuelta; la salud tan estable que se complicó; el empleo más que seguro que falló; los planes tan acariciados que se desbarataron; las amistades de años que se acabaron; la aversión a alimentos que veníamos comiendo desde la niñez; la rebelión contra el sistema; los cambios de rumbo, de ciudad, de país; la desorientación que se extendió por lo físico; los tales dolores de la transición. dejar la comodidad de lo conocido y estar suspendido en el borde de un abismo, en una noche interminablemente oscura.
"Pero todo ocurrió a nivel interno. ¿Dónde está la quinta dimensión, en lo de fuera, en lo externo, en la realidad?"
Se nos ha advertido de que la realidad es un concepto formado en la mente individual. Para empezar, "lo de fuera" no existe siquiera.
La quinta dimensión, en el caso de la Tierra, está y siempre ha estado aquí. El entrenamiento necesario es llegar a ella sin esfuerzo, siendo, y no pensando. y esto no lo podíamos hacer antes del aporte energético del planeta, proveniente del Universo. Ahora él terminó, está listo, todo en orden y sólo falta nuestra parte.
Y ¿cómo empezar?
Acabando con la idea de separación, en este ahora.
Los próximos momentos (cada próximo momento llamado ahora) ya no incluirán división entre "allí" y "aquí".
Este artificio es para la mente, que no se ha disuelto en la transformación; continúa activa, incluso más que antes, toda vez que extraña las condiciones de lo que considera externo y aún no racionaliza el contexto.
Por ello, cesaremos de referirnos a la quinta dimensión como un "allá" que hay que alcanzar. Ya estamos en él, por si aún no lo has notado.
Dicho esto, y comprendido que todo ya está a nuestro alcance, lo más sensato es situarnos. ¿Quién soy yo, en este ahora?
El plan es simple: descubrir las condiciones actuales y vislumbrarse más allá de las distintas capas, pues no hay quién no las tenga, al menos en la forma de individuación humana; lo que cambia de un ser a otro es su cantidad.
Entonces, veamos: ¿quién eres tú más allá de esas capas?
Las más simples, son las visibles y constatables, en tu propio cuerpo físico. La primera capa: cómo me ve el mundo.
¿Qué hay por detrás del color del tinte de mi cabello, del hidratante que acabo de echarme, del maquillaje que me he puesto, del corte de cabello, de la ropa que llevo, del perfume que uso, del esmalte, del calzado, de los accesorios? ¿Has encontrado tu cuerpo? La segunda capa: de qué estoy hecho químicamente.
A sólo un grado más de profundidad, está la base química que proporcionamos a nuestro cuerpo, que ya no es tan objetiva.
¿Cuál es la cimentación que lo sostiene?
Sí, porque vamos reparando y nutriendo nuestro cuerpo diariamente, con lo que comemos, bebemos, magnetizamos, respiramos, limpiamos y medicamos. La tercera capa: lo que pienso.
Aparte de esas, una muy complicada de analizar.
¿Quién eres tú, además de lo que hayas aprendido académicamente, recibido como valores sociales, creencias, herencias familiares, normativas sociales, dictámenes religiosos, filosóficos, culturales y políticos?
"¡No es posible separar! ¡YO SOY el conjunto, el producto final!"
No, no lo eres.
Tú estás hecho ese producto final, pero no eres eso.
Aquello que piensas, o sea, el elemento formador de la tercera capa, determina el modo en cómo construyes tu cuerpo para habitar en este mundo - la segunda capa - y se refleja en la capa más externa, la que ven los demás.
Este es el momento de preguntarse el motivo de haber planteado esta cuestión. ¡Liga los puntos!
La tercera dimensión contempla esas capas y las estimula. Es el tiempo/lugar para hacerlo, construir una individualización suficientemente material - y ya hemos comprendido que la capa "pensar", de tan real, es la que proporciona la base, el holograma de la capa "como el mundo me ve" - para existir tridimensionalmente. A decir verdad, ¡ni siquiera es preciso descubrir "quiénes somos" para vivir en la tercera dimensión! Y cuántos son los ejemplos, entre los 7 billones de habitantes del planeta. Haz una estimación del número de personas que están realmente preocupadas y ocupadas en averiguar "quiénes son", y percibirás que basta con sólo estar para existir por aquí.
Y hemos llegado al objetivo de esta conversación: decirte, claramente y con todas las letras, que no es ninguna de las tres capas la que accede a la quinta dimensión, sino la inmediatamente coligada al "pensar", que se llama "ser".
"Entonces, ¿todo es subjetivo?"
En cierto modo, sí, pero únicamente al principio.Encontremos nuestra capa "ser" y, a través de ella, aprendamos cómo llevar las otras. En este ahora, tenemos un cuerpo y éste no va a quedarse aislado de la transformación cósmica, porque estamos en la tercera dimensión, con acceso a la quinta. No podemos dividirnos - ¡uf! - y dejar una parte de nosotros por aquí, para irnos a otra dimensión.
Notad que en ninguna parte de nuestra exposición hemos mencionado los aspectos puramente energéticos (porque son herramientas, no condiciones), mucho menos hemos hablado de "preparación espiritual, merecimiento, condiciones especiales, elegidos, iluminados..." Eso son tonterías, y tienen por función separar, lo cual nunca nos concernirá.
Haz lo que tienes que hacer: empieza tu entrenamiento desvistiéndote de las capas, y, de modo práctico, esto lo permitimos estando conscientes de cada una de ellas.
Tú no eres hombre, ni mujer, ni rubio, ni moreno, ni viejo, ni joven, ni diplomado, ni estudiante, ni enfermo, ni católico, ni protestante, ni ateo, ni brasileño, ¡ni siquiera humano!
Tú estás hecho eso, o estás en cualquiera de esas condiciones, pero no eres eso. En tiempo: quizá ni siquiera desees estar hecho eso, en esta dimensión; ¡por tanto, la reflexión es indispensable incluso para la felicidad momentánea en la tercera dimensión!
Entonces, "ciudadano pentadimensional": en la ventanilla de entrada, en la plataforma de embarque de acceso a la quinta dimensión, sólo harán una pregunta y esperamos estar preparados para contestarla. Es muy sencilla.
- ¿Quién eres tú?
¡No viajes antes de estar seguro de la contestación o te denegarán el visado!
¡Sé Luz!
por WebMaster
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Publicado dia 4/8/2020 11:34:18 AM em STUM WORLD
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