Cualquier discusión en torno al sentimiento “Amor” se ve dificultada por serios obstáculos, pero lo que podemos entender de veras es que simplemente él se fortalece a través de la práctica, de los ejercicios, del donarse, de la educación, del servicio y de desear la felicidad del prójimo, o sea, su fundamento es simple, pero generalmente empleado en momentos muy específicos. Aunque sepamos que hubo y sigue habiendo muchos momentos de profundo “Amor” que expresamos, sólo hablamos asociando el concepto de amor con la idea de un sentimiento centrado en una persona o un grupo de personas, como familia, amigos, lugares, religiones y objetos.
Lo que podemos sentir es que el “Amor” es un sentimiento verdadero, iluminado, lleno de magia y que transforma vidas, transforma actitudes, transforma personas y nos lleva más allá del tiempo. Con una fuerza interior sobrenatural, nuestra tendencia es considerar “Amor” como una pasión, pero él va más allá, por ser preferencialmente de un solo Dios, reconocido y que está dentro de cada uno de nosotros.
De ese modo, es dudoso emplear el término “Amor” para cultivarlo en una sola dirección, tanto hacia una persona como a un objeto. Él es muy amplio y va más allá de lo que suponemos. Cuando se trata de “Amor” podemos abrazar el mundo y no veremos su final; cuando va hacia una sola dirección, las más de las veces, está confundido. Algunos se lían al hablar del “Amor”, por no conocer su real extensión, muchas buenas actitudes no van ligadas al sentimiento mágico del amor. No tenemos palabras para designar el amor como fenómeno humano general; así, cuando descubrimos ese sentimiento, luego se establece automáticamente su asociación con Dios. No podemos evitar esa asociación, puesto que todas las religiones, sectas, y otros aunque fuesen para el mal, siempre asociando de cierta forma la envidia del amor que Dios tiene por nosotros. Dios es “Amor”, y por eso nos gusta recibir aquello que ofrecemos; si Dios sólo nos ofrece “Amor”, es más que normal asociarlo con el “Amor”.
Cuando entendemos lo que es el verdadero “Amor”, cualesquiera otros sentimientos, pensamientos y actos son capaces de conferirnos una línea de orientación y un objeto de devoción, de satisfacción, de placer de vivir, que va más allá de nuestra dimensión. No existe, a decir verdad, cualquier cultura del pasado, y nos parece que no existirá en el futuro, en que el “Amor” en el sentido extenso de nuestra definición, deje de ser parte integrante de nuestros momentos, tristes y felices; donde exista cualquier tipo de vida, existirá el “Amor”. No vamos a limitarnos a pensar en un “Amor” difícil, sino en un amor sencillo y de fácil donación y adquisición. El ser humano debe estar abierto al sentimiento del amor, como una necesidad de la supervivencia humana que nos orienta, como un objeto de devoción, él está profundamente enraizado en las condiciones de nuestras existencias.
Amar al ser humano ha de ser extremadamente normal, puesto que es a semejanza de Dios, sólo que Él practica el libre albedrío con total responsabilidad, mientras que nosotros dejamos el nuestro a la deriva. Nuestros pensamientos vuelan hacia atrás y hacia delante, de un lado para otro, para el bien y para el mal, creamos nuestras verdades y mentiras, enfocamos más lo que no nos pertenece que nuestras adquisiciones. Imaginamos fantasmas donde es real, no damos importancia a lo que es real. El presente es real, nuestra vida es real, el amor es real, lo que pensamos y adquirimos es real, lo que hacemos hoy será la cosecha del mañana, esto es real.
La razón, nuestro mayor privilegio es al mismo tiempo nuestro mayor castigo. Siempre estamos preocupados por soluciones y discusiones a menudo insolubles en los momentos presentes.
¿Qué se puede esperar sobre el idealismo del ser humano, cuando se aplica igualmente a su necesidad de amar?
Amor es todo cuanto tenemos para modificar a mejor nuestras vidas y la vida del prójimo. Amamos hasta lo imposible; pero pudiendo transformar ese imposible con el “Amor”, ejercitándolo, creyendo y transformando en fe toda la energía del “Amor”, con él somos capaces de iluminar la oscuridad, recorrer nuevos caminos, convirtiéndonos en magos de la vida. Nuestros corazones se muestran delirantes de felicidad cuando nos donamos de veras al prójimo, al trabajo, a la familia, a los amigos, al ser humano y a todo lo que es de la Creación. El “Amor” es la esencia del placer, no hay semejanza entre un momento y otro, o entre una persona y otra cuando se trata del “Amor” todo es placentero, todo es iluminado.
El “Amor” es el principio y el medio, pero sin fin.
BNN
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Publicado dia 8/7/2014 9:45:43 AM em STUM WORLD
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