Menu

Psicoterapia para quien oye voces de sus familiares

Psicoterapia para quien oye voces de sus familiares
Publicado dia 2/22/2016 9:55:02 AM em STUM WORLD

Compartilhe

Facebook   E-mail   Whatsapp

Autor Mauro Kwitko - [email protected]

Traducción de Teresa - [email protected]

Las personas que oyen voces, la inmensa mayoría de las veces es cierto que las están oyendo, son voces de Espíritus*, cuya presencia puede deberse a algún tipo de afinidad (un pariente o amigo desencarnado, un compañero de drogas, bebida, tabaco, un enemigo de vidas pasadas, etc.); algunas veces vienen simplemente para estar cerca, pero en general con la finalidad de perturbarlas, perjudicarlas, motivados por situaciones de otras encarnaciones, en que fueron sus víctimas o compañeras.

Es frecuente que un amigo o pariente, que “murió” y no subió al Mundo Espiritual, permanezca en su casa o busque la compañía de alguien con quien tenía una afinidad y se quede a su lado, en busca de compañía; en el caso de un Espíritu desencarnado ex consumidor de drogas, lícitas o ilícitas, para buscar la compañía de un consumidor encarnado con el fin de disfrutar de la droga a través de su aura; en el caso de ser una afinidad del pasado, al encontrar al verdugo o a un antiguo compañero, de aventuras o de alguna otra acción o actividad, o bien por venganza, no mira a esa persona tal como es hoy en día, sino como era entonces, y en adelante permanece sintonizado con ella.

El único poder que un Espíritu desencarnado tiene sobre un encarnado es el de conseguir entrar en su pensamiento y empezar a hablar allí dentro; en el caso de un amigo o pariente, deseando recibir ayuda, en el caso de un ex consumidor de drogas tratando de que la persona consuma más y más drogas a fin de saciar su vicio (de ahí el hecho de que muchos consumidores no sean capaces de liberarse del vicio, pese a su voluntad y a innumerables tratamientos); en el caso de ser algo del pasado, quiere que haga hoy lo que hacía entonces, o en el caso de una venganza, cobrando cosas, amenazando, dando malos consejos, incentivándole a proceder de ciertas maneras totalmente inexplicables para la propia persona o para quien convive con ella (lo que se llama TOC), o a tener accesos de ira, a romper cosas, a matar a alguien o a sí mismo, quitarse la ropa, reír de manera descontrolada etc.

La mayoría de las ideas “paranoicas” son sintonías con vidas pasadas donde aquello que la persona afirma o teme sucedió realmente (y sigue sucediendo dentro de su Inconsciente) y/o debido a la acción de Espíritus desencarnados sobre su pensamiento. En ese caso se recomienda, aparte del tratamiento desobsesivo en Centro Espírita o Espiritualista, gratuito o con un bajo coste de colaboración con los gastos del Centro, la realización de una investigación de su Inconsciente (Regresión a vidas pasadas), teniendo por objetivo el desligamiento de antiguas situaciones que aún le están afectando actualmente. Ese trabajo es muy peligroso y delicado y debe ser llevado a cabo por profesionales altamente cualificados, serios, responsables y éticos, por los riesgos que presenta, como por ejemplo, que la persona quede sintonizada en su pasado (“quedarse allá”), o abrir brechas para que lo encuentren antiguos enemigos del pasado. Desgraciadamente, como todo lo que se pone de moda, la Regresión, oriunda de Grecia y del Antiguo Egipto, viene siendo utilizada por oportunistas malintencionados, o personas bienintencionadas pero mal preparadas, que hacen un Cursillo de corta duración online (!), o terapeutas que leen algunos libros sobre la cuestión y consideran que ya saben y van por ahí haciendo tonterías, perjudicando a las personas. Afortunadamente, en el Brasil hay Instituciones serias, honradas, donde es posible la realización de un Curso realmente formador de profesionales cualificados. En nuestro caso, en link puede encontrarse nuestro Curso, hasta el momento, en 14 Estados del Brasil, impartido por 35 Monitores de Curso, con 12, 18 o 24 meses de duración, dependiendo del número de alumnos.

Retomando nuestro tema, los casos de personas que oyen voces son por lo regular llevados a tratamiento psicológico o psiquiátrico, pero la mayoría de los psicólogos y de los psiquiatras no lidian con esa hipótesis (obsesión espiritual) y el diagnóstico invariablemente es de Esquizofrenia. Empieza entonces lo que se denomina Tratamiento, pero no es un tratamiento que promueva la curación, primero porque eso no es una enfermedad, y también por no atacar el foco del problema (la presencia de uno o más Espíritus), sino únicamente bajar la dopamina y la adrenalina y aumentar la serotonina. Esto da una cierta sensación de mejoría, pero nunca trae la solución, que sólo podrá ser alcanzada yendo hasta ese Espíritu (o Espíritus), en un trabajo de concienciación y/o de desobsesión directa o a distancia, en un local honorable, apropiado para ello.

El tratamiento medicamentoso puede ser utilizado durante cierto tiempo, para que la persona se sienta algo mejor mientras se lleva a cabo ese procedimiento espiritual directamente en el origen de la voz o voces que la persona escucha; pero sólo el empleo de medicamentos químicos nunca puede ser “El Tratamiento”, ya que sólo es paliativo y superficial y tiende a enmascarar y cronificar el cuadro, como se observa habitualmente en la práctica psiquiátrica de consultorio e internamiento.

Pero más allá del efecto solamente paliativo de los medicamentos “anti-psicóticos” y sus cientos de efectos colaterales (aquellos nombres complicados en los prospectos), lo que es todavía peor es el diagnóstico que aquel médium recibe, pues Esquizofrenia es una manera elegante de llamarle loco; pese a la elegancia del término, así es como él pasa a considerarse y a ser considerado por su familia y su círculo de amistades. Y el considerado loco, además de oír voces que sólo él oye, que no es capaz de sacar de dentro de su cabeza y generalmente lo aturden día y noche, que comandan sus pensamientos, no lo dejan raciocinar, estudiar, trabajar, llevar una vida normal, tiene además que convivir con los efectos colaterales de esas químicas (a menudo peores que los síntomas originales), vive una rutina de casa-consultorio-internamiento en que todas las miradas son de pena, de compasión por su “locura”, ya que nadie cree en él, el médico no le cree, el psicólogo no le cree, sus familiares no le creen, sus amigos no le creen, él está loco ¡dice que oye voces! el pobre, la vida se ha terminado para él, tendrá que tomar medicamentos toda su vida, será internado de vez en cuando, las consultas se espaciarán y serán cada vez de menor duración, para saber cómo está, ¿todavía oyes voces?, pues a aumentar la dosis, sustituir un “anti-psicótico” por otro más moderno, un hipnótico para dormir, un antidepresivo para no estar tan mal, quizá ¿otro calmante para no estar tan agitado? y así va a ser la vida de nuestro “loco”, la suya y la de sucompañero o compañeros desencarnados , en una invisible simbiosis.

Un día puede suceder que un Tratamiento verdadero, en un Centro Espírita o Espiritualista o en un Templo o Iglesia, dé buen resultado, haciendo encaminar a su(s) acompañante(s) al Mundo Espiritual; los medicamentos empiezan a ser retirados y quizá incluso eliminados, y nuestro “loco” podrá, al fin, empezar a llevar una vida más o menos normal; pero ya han pasado muchos años, lleva retraso respecto de la evolución natural de la vida, le ha quedado la fama de “loco”, no puede reírse más fuerte, o tener un ataque de ira, no puede quedarse en su cuarto demasiado tiempo, no puede llevar un corte de cabello no convencional o un tatuaje algo extraño, él es un “loco” - ¿recuerdas que oía voces? - ha tomado medicamentos durante mucho tiempo, estuvo internado, pobrecillo.

La “enfermedad” ha terminado, pero le han quedado las secuelas del tiempo perdido, le ha quedado la fama en su familia y círculo de amistades (si es que aún le quedan amistades…), ha quedado la inseguridad familiar de que la “locura” pueda volver, ha quedado su propia inseguridad de que eso ocurra. Y entonces pregunto: Y todo eso ¿por qué? ¿Por qué las personas no acuden directamente a un Tratamiento que puede dar resultado, que vaya directo a la cuestión, al Espíritu (o Espíritus) desencarnados que están a su lado? ¿Por qué años y años de consumo de medicamentos químicos, paliativos, que todos sabemos que no solucionan, sólo desactivan el cerebro y reducen la actividad cerebral, que tienen como objetivo el que la persona esté más “calma”, más “tranquila”; a pesar de todo, esa “calma y tranquilidad” nunca se ve confirmada por las personas, que continúan con el Espíritu (o Espíritus) a su lado, y ahora, con el “tratamiento” medicamentoso, se ven todavía más imposibilitadas para pensar, raciocinar, estudiar, trabajar, dedicándose a permanecer en casa, vegetando, durmiendo, mirando la televisión, en el ordenador, yendo a buscar el pan y cosas así.
Los Espíritus inician el proceso de trabarlas, bloquearlas y los medicamentos químicos completan la faena. Antiguamente se hacía la lobotomía quirúrgica, hoy ésta es química. Los psiquiatras y los psicólogos son personas buenas y bienintencionadas, pero necesitan urgentemente liberarse del dominio de los grandes laboratorios multinacionales de medicamentos, y de la fascinación de la modernidad que tiende a negar los aspectos espirituales de las dolencias mentales, o así denominadas.

Obviamente, si la persona que oye voces amenaza con matarse o con matar a alguien, está demostrando actitudes de riesgo para sí o para otras personas, y debe ser medicada, e incluso internada; pero paralelamente ha de iniciarse un Tratamiento directamente en el Espíritu (o Espíritus) que ejercen influencia sobre esa persona, frecuentando un local espiritual que lidie con eso, pero nada de pagar grandes cantidades, pues eso ya demostraría que la finalidad del local es la de enriquecer a sus dirigentes.

El Tratamiento espiritual puede ser llevado a cabo incluso aunque la persona tome medicamentos, eso no interfiere en el Tratamiento; pero si ella no sale de casa, se niega a ir, o si está internada, otra persona puede ir por ella, servir de intermediaria (“puente”), hacer la desobsesión a distancia, que puede dar el mismo resultado positivo o, al menos, hacer que mejore lo suficiente para empezar a ir al local para el Tratamiento desobsesivo.

Pero, mientras el médium sin control sobre su mediumnidad continúe obsedido, oyendo voces, encogiéndose con miedo, sin saber qué hacer, sintiéndose dominado por las voces, considerando que está loco, debe hacerse, en concomitancia, un Tratamiento psicoterápico adecuado a ese tipo de situaciones, un Tratamiento cuyo objetivo sea:
1. Hacerle liberarse del diagnóstico de Esquizofrenia y asumir el de médium sin control de su mediumnidad.
2. Hacerle cambiar de actitud y comprender que no es débil e indefenso y puede mantener conversaciones con el Espíritu (o Espíritus) que lo están influenciando.
3. Convencerlo para ir a un local especializado en Tratamiento espiritual de desobsesión.
4. Estimularlo a estudiar, a desarrollar y disciplinar su mediumnidad.
5. Estar de acuerdo en tomar o mantener los medicamentos psiquiátricos si fuese necesario, durante el tiempo necesario, o incluso acordar su internamiento si existe riesgo para sí o para otras personas.


Veamos cómo es el Tratamiento, paso a paso:

1. Diagnóstico de Esquizofrenia – ese es el punto principal. La persona llega al consultorio con el diagnóstico de Esquizofrenia y el principal punto de nuestro Tratamiento es hacerle mudar ese rótulo (“loco”) por el de “médium sin control sobre su mediumnidad”; que entienda que está atravesando un momento de vida en que su mediumnidad está fuera de control y necesita aprender a controlarla y a utilizarla en su favor, y no como una brecha para que algún Espíritu penetre en su pensamiento. También sus familiares, que, mientras nosotros lo vemos por lo regular una vez a la semana, ellos están con él diariamente las 24 horas del día, necesitan comprender eso y transmitir ese “diagnóstico” a los miembros de la familia, a los amigos y conocidos que estén enterados de lo que sucede. Si no se hace así, no podremos llegar al paso siguiente. La Psiquiatría primitiva creía que todo era obra de los Espíritus, la Psiquiatría científica ha decretado que todo es desequilibrio de los neurotransmisores, la Psiquiatría del futuro hará una síntesis entre ambas; pero en el caso de las personas que oyen voces, volverá a predominar la Psiquiatría primitiva, puesto que en ese aspecto es la más correcta.

2. A partir del cambio de diagnóstico, una vez que la persona, sus familiares y amigos comprendan lo que realmente está pasando, o sea, que esa persona que oye voces no es esquizofrénica sino que es un médium sin control sobre su mediumnidad, el siguiente paso es hacer que ella cambie completamente de actitud; que salga de la situación pasiva de ser subyugada por el Espíritu (o Espíritus) tenga éste mala intención para con ella o no, hacia una postura de control de la situación. De diálogo mental con ese ser (o seres) desencarnados, de dominio sobre la circunstancia y ya no más de sumisión como si fuese un pobre infeliz, un indefenso, debe dejar de aceptar pasivamente lo que está ocurriendo como si fuese un impotente, como si no tuviese Mentores Espirituales, Guías, tantos Seres Espirituales Superiores que pueden resolver la situación si se les llama, si se contacta con ellos. Tenemos que despertar el Guerrero interior de esa persona, a fin de que ella salga de esa pasividad, de ese miedo, de ese encogimiento, de trasladar la solución al psiquiatra, a los medicamentos, al terapeuta, al Centro Espírita o Espiritualista, cuando ella misma, con la fuerza de su pensamiento, con la ayuda de los Seres Espirituales superiores que la acompañan, podría resolver esa cuestión. Sin embargo, debido al diagnóstico de “locura” (Esquizofrenia), mientras la persona, sus familiares y conocidos creen que las voces no son reales, sino que son voces imaginarias, que es una enfermedad, la persona se considera un enfermo, se siente débil, no cree que tenga fuerza para revertir eso; todos consideran que no tiene solución, que tendrá que pasar el resto de su vida tratándose de esa “enfermedad”, tomando “anti-psicóticos”, siendo internado de vez en cuando, y entonces nuestro pobre médium no encuentra salida y, probablemente, su vida será así hasta el final, o hasta que acuda a un Centro Espírita o Espiritualista, a buscar una solución, o alguien vaya por él; o hasta que sus Mentores decidan asumir el caso y encaminar el Espíritu (o Espíritus) que lo acompañan al Mundo Espiritual, poniendo fin a la situación.

3. La solución para quien oye voces está, entonces, en un Centro o Iglesia o Templo, aunque por lo regular es muy difícil que la persona vaya a uno de esos locales, porque el Espíritu (o Espíritus) que lo acompañan no se lo permiten, ya que no desean que la situación se resuelva; y como están dominando sus pensamientos, interfieren en su voluntad de ir, convenciéndolo para que no vaya, provocando para ello un incremento de su malestar, un fuerte dolor de cabeza, un aumento súbito de la depresión, de la angustia, del desánimo, o una idea repentina de que no servirá de nada, de que todo eso son tonterías, no vale la pena ir, mejor quedarse en casa; y a menudo ocurre lo mismo con los familiares que lo iban a acompañar. Es importante que el psicoterapeuta ponga cierto énfasis en esa influencia contraria a ir a un local de tratamiento espiritual; para que cuando eso suceda, el día del tratamiento o a la hora de ir, la persona y sus familiares decidan ir de todos modos, incluso aunque se sienta mal o con dolores, aunque crea que no servirá de nada. Otra táctica utilizada por los Espíritus influyentes es la contraria, alejarse un poco, liberar los pensamientos de la persona, hacerla sentirse mejor, dar la impresión de que se ha producido una grande y repentina mejoría, haciendo que la persona o sus familiares consideren que ya no necesita ir al tratamiento; pero al no ir, enseguida todo vuelve a lo que era antes.

4. Como quien oye voces es un médium y no un enfermo, es obligatorio que pase a frecuentar el local espiritual de su preferencia asiduamente, pues aunque es cierto que la Energía Divina y la presencia de los Seres Espirituales superiores está en todas partes, en esos locales está más concentrada y frecuentar periódicamente un Centro, una Iglesia, un Templo, participar en las sesiones, escuchar las charlas, recibir bendiciones, pases, transmisiones fluídicas, escuchar buenas palabras, buenos consejos, buenas orientaciones, aporta un buen y hasta óptimo resultado no sólo para la persona como además para su acompañante (o acompañantes) invisibles.

5. Aunque los medicamentos químicos no tengan capacidad para hacer que una persona deje de oír voces, ya que éstas no vienen de su cerebro sino de fuentes externas, algunas veces son recomendables para reducir la angustia, la depresión, la inestabilidad emocional, el insomnio. El internamiento sólo es recomendable si existe riesgo de muerte para la persona (suicidio) o para otras personas (homicidio); en otro caso, empeora el cuadro, ya que refuerza el diagnóstico de “enfermedad”, de ser un enfermo, lo cual es totalmente contrario al Tratamiento que estamos aquí sugiriendo.

Entonces, resumiendo, el Tratamiento para quien oye voces de Espíritus es hacerle salir de la condición pasiva de enfermo, de loco, de víctima, de incapaz, hacia una condición positiva, activa, de asumir su mediumnidad; debe charlar con el Espíritu o Espíritus que lo acompañan, saber qué es lo que ellos quieren, si fuese algo del pasado, pedir perdón, proponerse ayudar a ese hermano o hermanos desencarnados, no atender sus consejos de beber, fumar, consumir drogas, romper cosas, atentar contra su vida o la de otras personas; ha de aplomarse, levantar la cabeza y la columna, hacer florecer su Guerrero Interior, desarrollar su autoestima, frecuentar locales espiritualizados, realizar un Tratamiento con la finalidad de resolver esa cuestión, incluyendo los beneficios para el ser o seres que lo acompañan; seguidamente, estudiar, disciplinar y desarrollar su mediumnidad, atender en un local espiritualista para ayudar a hermanos y hermanas que estén pasando por lo que él pasó. Los medicamentos psiquiátricos más ligeros, tales como un calmante o un somnífero pueden ser utilizados para calmarse o para dormir mejor, pero los llamados “anti-psicóticos”, que en realidad son calmantes poderosos que sirven únicamente para desacelerar el cerebro, están contraindicados, a no ser en casos extremos, y sólo durante el tiempo necesario, mientras se lleva a cabo, paralelamente, el Tratamiento psicoterápico y espiritual aquí sugeridos.

* Espíritu es una denominación religiosa para nuestro Yo energético, el que nos mueve, pone en marcha nuestro cerebro, el corazón, todo nuestro organismo, todas nuestras funciones vitales, nos hace tener pensamientos, sentimientos, movimientos, en fin, podemos comparar ese Yo energético con el conductor de un automóvil, y nuestro cuerpo físico con el automóvil.

por WebMaster

Consulte grátis
Mapa Astral   Tarot   horoscopo



Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


Sobre o autor
WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante.
Email: [email protected]
Visite o Site do Autor



Siga-nos:
                 




publicidade










Receba o SomosTodosUM
em primeira mão!
 
 
Ao se cadastrar, você receberá sempre em primeira mão, o mais variado conteúdo de Autoconhecimento, Astrologia, Numerologia, Horóscopo, e muito mais...

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa