Cada uno de nosotros importa para dentro de sí, a lo largo de la vida, frases, conversaciones, imágenes, acontecimientos, olores, sabores, que quedan registrados muy fuertemente y permanecen con nosotros, sin que lo sepamos.
Cuando optamos por mirar con insistencia nuestras creencias observamos que ellas tienen un punto de partida, tuvieron inicio en algún momento. Normalmente, en la niñez. Estas impresiones están tan bien escondidas en diversas "gavetas" de nuestro inconsciente, que acceder a ellas parece misión imposible.
El autoconocimiento requiere valor para descubrir las "gavetas" y todavía más valor para abrirlas y conocer su contenido. Es trabajoso. Algunos descubrimientos son dolorosos, pero tienen compensación: ¡nos liberan! Nos liberan de "prisiones emocionales" principalmente cuando descubrimos que nuestras interpretaciones sobre lo ocurrido lo fueron dentro de un contexto de ignorancia e inmadurez. ¿Qué se gana con eso? Más consciencia y capacidad de comprender la importancia que dimos a nuestras interpretaciones mentales, o sea, asumimos la responsabilidad de lo que nosotros mismos hemos creado. Sin culpa. Estamos en aprendizaje. Eso también forma parte de la vida. Tenemos fuerzas naturales aliadas en este proceso de "abrir las gavetas". Hemos olvidado que tenemos estas fuerzas en nosotros. Ellas están presentes todo el tiempo y no las reconocemos.
Consideramos que todo viene de la mente (esa mente que sólo miente). ¡Sí! Necesitamos de la mente, de la mente inteligente, que nos conduce al reencuentro con estas fuerzas mantenedoras de la vida. Fuerzas que están en nuestro cuerpo, en la carne, y que tanto descuidamos.
Reconocer y accionar las fuerzas aliadas, entre innumerables beneficios, trae de vuelta nuestro poder personal. Recuperamos nuestro dominio sobre nosotros mismos. Nuestra libertad de ser quienes somos en concordancia con las naturalezas individuales. Nos liberamos y nos liberamos para vivir, sin atarnos a personas, situaciones, acontecimientos. Salimos poco a poco del estado de "letargo" y atendemos más a lo que es realmente importante para cada uno de nosotros.
Estar conectados con estas fuerzas nos hace seleccionar mejor lo que vamos a importar para dentro de nosotros. Iniciamos el proceso de tirar toda la "basura acumulada" y nos quedamos con aquello que de verdad importa.
Poner en marcha estas fuerzas requiere trabajo diario, disciplina, administración, estar centrados en ello, disposición, pero sobre todo requiere continuidad. Es profundo. se necesita dejar de lado nuestro orgullo y vanidad. Y a cada uno le sucede en el tiempo oportuno, en lo posible, dentro del proceso evolutivo de cada persona. Nadie es inferior, nadie es superior. Sólo tiempos diferentes. No hay solución mágica. No se vende en farmacias. Poner en marcha estas fuerzas naturales es una elección.
Elaine Carvalho - Terapeuta y consteladora familiar
Sobre o autor WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante. Email: [email protected] Visite o Site do Autor
Publicado dia 1/25/2019 5:17:48 AM em STUM WORLD
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